Magia reabsorbible para las arrugas de expresión
Los rellenos llevan utilizándose dermatología y estética desde hace más de 30 años. Es la alternativa a la cirugía que esperó la sociedad durante mucho tiempo.
Hablamos de una de las técnicas más utilizadas para mejorar las arrugas de expresión, eliminar la sudoración excesiva y corregir asimetrías faciales. Además, en los últimos años se ha ampliado su rango de aplicación a especialidades como la urología, digestivo, rehabilitación, etc.
En el caso de utilizarse para atenuar las arrugas en la musculatura del rostro, la expresión facial no se ve afectada. Por lo que ofrece unos resultados que no alteran la expresividad natural del rostro, de ahí su gran aceptación como técnica para la prevención y tratamiento del envejecimiento facial. Nuestra sociedad precisaba de alternativas a la cirugía.
Se trata de inyectar un conjunto de proteínas purificadas, en cantidades minúsculas en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva, así se consigue relajarlos y prevenir la aparición de arrugas dinámicas o suavizar las arrugas que ya existen, generadas por los músculos involucrados en la mímica facial.
Es imprescindible que sea realizado por un médico que tenga experiencia en la técnica de aplicación de esta sustancia y que conozca exactamente la musculatura facial y el origen de cada una de las arrugas. La zonas que se suelen tratar son glabelar (entrecejo), frontales y periorbiculares (patas de gallo).
Los resultados son temporales, no deja cicatrices ni produce inflamación duradera, por lo que el paciente puede retornar inmediatamente después del tratamiento a su vida normal. No obstante, existen una serie de recomendaciones tales como evitar un ejercicio excesivo o exposiciones a calor en las 5 horas siguientes, no masajear la zona tratada y evitar el apoyo sobre las mismas en las primeras 24 horas (evitar dormir de lado), movilizar los músculos tratados de manera normal y utilizar fotoprotección.
Es un procedimiento no invasivo, seguro, bien tolerado y con muy baja incidencia de efectos secundarios, como pequeños hematomas o sensación de dolor o pesadez en la frente leve (en cualquier caso leves y temporales).