Tratamiento de la mirada
Bajo este concepto se engloban una serie de técnicas destinadas a corregir los signos del envejecimiento que afectan a la región periocular. También permiten potenciar la expresividad de los ojos con técnicas, muchas veces no quirúrgicas, que definen mejor los rasgos de la mirada, eliminando signos de cansancio y tristeza.
Entre las técnicas no quirúrgicas realizadas están el tratamiento del hundimiento de la ojera con ácido hialurónico y el uso de toxina botulínica para eliminar los pliegues radiales que aparecen alrededor de los ojos, generando así una elevación de todo el arco de la ceja. Otra técnica menos conocida es la reposición de volumen en la región temporal, lo que popularmente se llaman sienes. Este tratamiento proporciona un marco adecuado al segmento facial que engloba la mirada y proporciona un sostén adecuado al extremo lateral de la ceja.
La intervención quirúrgica por excelencia para el rejuvenecimiento de la mirada, y capaz de dar una apariencia totalmente natural al rostro, es la combinación del lifting o elevación de cejas con la blefaroplastia. En efecto, el concepto de rejuvenecimiento quirúrgico facial ha experimentado un gran cambio en los últimos años. Antes, lo único que se hacía era estirar superficialmente la cara, creando unos rostros totalmente inexpresivos. Ahora no todo se basa en estirar la piel, sino en la recolección de las estructuras profundas que dan soporte a la piel de la cara, no siendo necesaria ninguna intervención radical. Este tratamiento puede ser realizado bajo anestesia local y sedación, con escaso tiempo de recuperación post-operatoria y con resultados claramente visibles desde el momento mismo de su realización.
Lifting de cejas
Las cejas nos ayudan a proyectar una gran variedad de emociones tales como las alegrías, tristezas, molestias, dudas, cansancio, sorpresas. Son más que el marco de nuestro rostro, un componente estético fundamental ya que nos permiten expresar nuestras emociones. La cirugía de levantamiento de cejas es un procedimiento quirúrgico para elevarlas y restaurarlas con el objetivo de que se obtenga una forma más atractiva. También ayuda a elevar los tejidos, por lo que permite suavizar las arrugas de alrededor de los ojos. Esta operación alivia la sensación de pesadez sobre el área de los ojos. Si la cirugía ha sido bien realizada, debemos obtener rostros con aspecto de total normalidad. El rostro con aspecto de susto, inexpresivo o estigmatizado que los pacientes no desean, corresponde en realidad a un rostro que ha sido mal operado. Con un lifting de cejas podemos recuperar el aspecto que se tenía hace unos años, pero no podemos parar el reloj del envejecimiento.
El lifting o elevación de las cejas, principalmente de su tercio externo es una técnica mínimamente invasiva, que se realiza habitualmente bajo anestesia local y sedación en régimen ambulatorio. Consiste en realizar una incisión en la región temporal del cuero cabelludo, camuflada por la densidad del pelo, y a través de la misma realizar un despegamiento de toda la porción lateral de la ceja, con el fin de movilizarla y reubicarla en una posición más adecuada, produciendo la apertura de la hendidura palpebral y un efecto de ojo más grande y rasgado. La cicatriz queda oculta dentro del pelo y los puntos son retirados habitualmente a los 10 o 12 días. El resultado es visible desde el momento mismo de la realización del tratamiento y los resultados son estables en el tiempo durante varios años, a diferencia de otras alternativas no quirúrgicas, que hay que repetirlas periódicamente.
Blefaroplastia
Aunque la cara debe considerarse como un conjunto armónico, es aceptado por todos, su división en tres tercios. El tercio superior está integrado por la frente, las cejas y los ojos. Unos párpados jóvenes no tienen exceso de piel y su contorno es suave, no existiendo separación entre la mejilla y el párpado inferior. A partir de la década de los treinta, se comienzan a diferenciar las unidades estéticas de la cara. Lo que hasta entonces era un conjunto armónico sin solución de continuidad, se va poco a poco dividiendo en zonas cada vez más personalizadas. El párpado inferior se separa de la mejilla por un surco y la mejilla se individualiza del labio por otro surco. El mentón alcanza su independencia facial. La grasa que rodea al globo ocular va dejando notar su presencia bajo la piel, al relajarse las estructuras elásticas que la mantenían retenida, lo mismo que la propia piel del párpado, produciendo una hendidura palpebral con un aspecto más redondeado. Los objetivos principales de la blefaroplastia son la restauración de una mirada de aspecto descansado, el logro de una hendidura palpebral más ancha y una mayor simetría.
Blefaroplastia superior
Muchos cirujanos creen que la blefaroplastia puede mejorar el aspecto del paciente en mayor grado que cualquier otra técnica de cirugía estética. Esto es debido a que los ojos son un foco de atención más importante que cualquier otra localización anatómica. La piel redundante del párpado superior o blefarocalasia, puede deberse a predisposición genética o puede producirse durante el proceso normal de envejecimiento. Con el paso de los años la piel del párpado superior pierde su elasticidad. Por consiguiente, la piel laxa de la región pre-septal del párpado superior cuelga sobre la piel con adhesiones más estrechas de la región pre-tarsal del párpado. El exceso de piel palpebral superior da lugar a un aspecto envejecido y de cansancio. La corrección de dicho exceso de piel proporciona un aspecto más juvenil y una mirada más despierta.
Blefaroplastia inferior
Reposición de grasa en pómulos
La región del tercio medio de la cara, que corresponde al hueso malar se denomina pómulo. Una adecuada proyección del pómulo es necesaria para aportar equilibrio al rostro ya que la belleza facial se define por la armonía que se establece entre los ojos, los pómulos, la nariz y la boca. El proceso de envejecimiento provocará frecuentemente la pérdida de volumen en la región del pómulo. Esta atrofia del componente graso malar provocará que el globo ocular tenga más proyección que el pómulo en una visión lateral. Las caras que presentan atrofia o falta de definición del pómulo aparentan cansancio y envejecimiento.
La pérdida de volumen graso provocará una flacidez cutánea, dando lugar a unos los surcos nasogeneanos más marcados. Para aportar volumen en la región malar se realiza una reposición de grasa en los pómulos (lipofilling de pómulo). La grasa es el mejor material de relleno del que disponemos actualmente. Al ser grasa propia del cuerpo del paciente, es totalmente biocompatible y no causa ningún tipo de rechazo.
La duración de los rellenos de grasa propia en el pómulos será indefinida, proporcionando resultados permanentes en el tiempo. Este tratamiento mínimamente invasivo tiene una duración media de una hora y se realiza con anestesia local. El proceso de relleno de pómulos con grasa corporal consistirá en una pequeña liposucción superficial (menos de 15 ml) para conseguir el tejido graso que se utilizará en el lipofilling de pómulo. Tanto la extracción como la purificación de la grasa se realizarán mediante el BeautiFill, que es la más novedosa tecnología capaz de garantizar la máxima viabilidad de la grasa infiltrada. Posteriormente, se emplearán cánulas muy finas similares a las utilizadas para el relleno con ácido hialurónico de un diámetro de unos 0,7mm (para maximizar su viabilidad).
El postoperatorio de la transferencia de grasa a los pómulos no es doloroso, notándose molestias similares a las producidas tras una ejercicio físico extenuante durante unos días en la zona abdominal donante de grasa. Se puede regresar tanto a la vida laboral, como a las actividades sociales, al día siguiente de la intervención de lipofilling de pómulos, aunque se pueda sufrir una pequeña inflamación e incluso un ligero hematoma tras el tratamiento. El resultado será evidente inmediatamente después del tratamiento de relleno de pómulo con grasa propia, aunque no podrá considerarse definitivo hasta pasados al menos tres meses.
Redefinición del ovalo facial
Existen procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos destinados a mejorar la línea del ovalo facial, que es la línea que define todo el borde inferior del rostro, y que en condiciones ideales debe ser una línea recta, bien definida, sin muescas ni irregularidades producidas por la caída de la mejilla sobre el reborde óseo. Estas técnicas derivan de las técnicas clásicas de lifting o estiramiento facial, pero su filosofía es que sean realizadas bajo anestesia local con la mínima cicatriz posible, camuflada habitualmente en el contorno del pabellón auricular. Los despegamientos cutáneos que se realizan son más limitados que en los estiramientos clásicos y es importante recalcar que el efecto tensor sobre el tercio inferior de la cara se obtiene mediante la puesta en tensión de los planos profundos de la cara y no extirpando toda la piel sobrante. Este planteamiento produce resultados más naturales y estables en el tiempo, que si sencillamente se extirpara la piel sobrante. La recuperación es rápida, retirándose los puntos de sutura en un plazo de 7 a 10 días. Las primeras semanas se puede apreciar cierta inflamación que desaparece progresivamente en el primer mes.